Presidencia de la Nación


“Tierra de Culturas Ancestrales”

Comunidad originaria Huarpe Paula Guaquinchay


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La comunidad originaria Huarpe Paula Guaquinchay abre sus puertas para compartir experiencias únicas e inolvidables y costumbres ancestrales en plena naturaleza del paisaje del desierto lavallino.

Recorriendo sus calles en la compañía de un anfitrión turístico, el aroma a jarilla, a pan caliente y a chivito, recién salido del horno de barro, inunda los sentidos. La tranquilidad del lugar y el contacto con la naturaleza se complementan con el trinar de las catas y otras aves y la calidez de su gente. Distintos talleres de trenzado en cuero y tejido al telar y los relatos e historias de vida dan la posibilidad de aprender parte de su cultura. También se puede transitar a pie o en bicicleta numerosos senderos llenos de historias y de mística que despiertan los sentidos y hacen vivir momentos inolvidables.

Estas tierras (en las que antiguamente había grandes formaciones de algarrobos, chañares y retamos que fueron desapareciendo con el paso del tiempo por acciones naturales y por la mano del hombre) poseen un sitio donde sobrevive parte de ese ecosistema original y es la Reserva Provincial Bosques Telteca, que atrapa con sus senderos, su variedad de aves y su centro de interpretación. Pero su principal atractivo es Los Altos Limpios: un sistema de médanos que transforma su fisonomía al capricho del viento. Si no fuera por la huella de los insectos y pequeños animales que se imprimen en la arena con absoluta precisión, podríamos suponer que nunca nadie caminó ni rodó por los arenales. Los remolinos que suelen formarse en los pozos constituyen, para los habitantes del secano lavallino, signos de la magia del medanal. Luces malas en las crestas de los médanos, noches pobladas de gritos, quejidos y murmullos despiertan la fantasía y generan el clima apropiado para la creación de mitos y leyendas.

Es imperdible una puesta de sol en los Altos Limpios, ya que los contrastes de luces y sombras sobre los médanos y el encendido cielo rojizo dan lugar luego al firmamento estrellado, donde es posible alejarse de todo, en silencio y en contacto con la naturaleza.

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