Recomendaciones para que tengas una lactancia exitosa
Para amamantar, es importante que vos y tu bebé estén cómodos.
Existen distintas posiciones para amamantar y es bueno que vayas variándolas.
Sin embargo, cualquiera sea la posición siempre es conveniente:
- Que antes de dar la teta, te laves bien las manos con agua y jabón.
- Que estés cómoda y con la espalda apoyada.
- Que lleves a tu bebé hacia tu pecho, y no tu pecho al bebé.
- Que tu hijo esté bien prendido al pecho: con la boca abierta abarcando toda la areola y no solamente el pezón. Si está succionando no lo saques a la fuerza porque puede lastimarte. Para retirarlo, introducí suavemente un dedo limpio en la boca del bebé, entre la mandíbula superior y la inferior.
- Que la cabeza y el cuerpo de tu bebé estén alineados con tu abdomen (“panza con panza”).
- Que la cara de tu hijo esté frente a tu pecho, y su nariz contra tu pezón.
- Que todo el cuerpo del bebé quede sostenido en tu regazo (y no sólo la cabeza o la cola).
- Que mires a tu hijo a los ojos, ya que a través de la mirada se refuerza el vínculo.
- Que alimentes a tu bebé cada vez que lo pida, día y noche, lo que se llama “lactancia a demanda”.
También es importante que toda la familia se involucre: pueden ayudar levantando al bebé y llevándotelo a la cama durante la noche, o acunándolo una vez que terminó de tomar la teta, haciendo las tareas del hogar, etc.
También pueden darle al bebé la leche materna extraída que dejaste en tu hogar.
Si tenés dudas o problemas para dar la teta o mantener la lactancia, llamá gratis al 0800-222-1002, opción 7.